LAS LÍNEAS DE NAZCA
Son antiguos geoglifos que
se encuentran en las Pampas de Jumana, en el desierto de Nazca, entre las
poblaciones de Nazca y Palpa (Perú).
Fueron trazadas por la cultura Nazca y están compuestas por
varios cientos de figuras que abarcan desde diseños tan simples como líneas
hasta complejas figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen
trazadas sobre la superficie terrestre. Desde 1994, el Comité de la UNESCO ha
inscrito Las líneas y geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana como Patrimonio de la Humanidad.Sin
embargo, en los últimos años han sufrido graves daños por la construcción de la
autopista panamericana y las rodadas de todoterrenos.
Trazado
Técnicamente las líneas de Nazca
tienen una desviacion pequeña. Probablemente, los nazcas usaron cuerdas para no
desviarse en el trazo de las cerca de 1.000 rectas –algunas de varios
kilómetros de largo– y dibujaron las cerca de 800 figuras animales mediante
la traslación de modelos realizados a escala a grandes cuadrículas hechas con
estacas y cordeles. Luego, el excepcional clima de la región –donde
prácticamente no llueve– premió el ingenio de aquellos humanos preservando su
obra.
Clima de la región
Las pampas de Jumana están
situadas a una altura de 330 msnm y mantienen una temperatura media anual de 25 grados
centígrados en una de las zonas más secas del planeta, lo que ayuda a conservar
los dibujos. El aire caliente actúa como un "colchón" que impide que
las líneas se borren porque obliga al viento a cambiar su dirección.
Apreciables no sólo desde el aire
Contrariamente a la creencia
popular, las líneas de Nazca no son apreciables sólo desde el aire, sino que
pueden ser fácilmente vistas desde las colinas circundantes. De hecho fueron
descubiertas por el arqueólogo peruano Toribio Mejia Xesspe, que las divisó
mientras hacía senderismo en la zona en 1927.3 Los
vuelos sobre la Líneas de Nazca han sufrido algunas emergencias a lo largo del
tiempo, siendo algunas de ellas fatales;4 sin
embargo las aeronaves cuentan con un riguroso programa de mantenimiento
supervisado en todo momento por la Autoridad Aeronáutica Peruana (Dirección
General de Aviación Civil).
Descubrimiento, estudio y significado
La primera referencia a dichas
figuras pertenece al conquistador Pedro Cieza de León en 1547. Pedro de Cieza de
León vio “señales en algunas partes del desierto que circunda Nazca”. Después
de que Cieza de León observara “señales” sobre la llanura desértica, el
corregidor Luis Monzón quiso darles un sentido y
escribió en 1568 que las líneas eran carreteras.
Aunque pueden ser vistas
parcialmente desde las colinas próximas, los primeros en distinguirlas fueron
pilotos militares y civiles peruanos. En 1932 los arqueólogos Julio César Tello y Toribio Mejía Xesspe realizaron la
primera investigación científica sobre las líneas. Tello conjeturaba que se
trataba de simples caminos. En 1942 prosigue sus investigaciones el historiador
estadounidense John Rowe, quien las considera “centros de
adoración”. Este enigma le entusiasmará hasta su muerte en 1969. Su discípulo,
el matemático Max Uhle, que dedicó 60 años al estudio de los geoglifos,
aventuró la hipótesis de que dichos dibujos tenían un significado esencial,
podía tratarse de un gigantesco calendario. Paul Kosok,
antropólogo norteamericano que investigó las líneas de Nazca desde la década de
1930 hasta fines de los 50, determinó mediante la técnica del Carbono-14 su
antigüedad en 550 años d. C. y en 1941 propuso la hipótesis que las líneas eran
signos calendáricos y astronómicos, llamó a las líneas “El calendario de mayor
escala en el mundo”. Después que regresó a su país en 1949, su compañera la
alemana María Reiche siguió sus investigaciones
sobre las líneas de Nazca, ésta dedicó el resto de su vida al estudio,
conservación y difusión de este legado de la cultura Nazca. Kosok y Reich
adelantaron una de las primeras explicaciones dadas sobre las líneas de Nazca,
que estas tuvieron como propósito apuntar al sol y a los cuerpos celestes en el
lejano horizonte. Henri Stierlin en su
libro Nazca. La solución de un enigma arqueológico (1983)
plantea que las rectas funcionaban como telares y las figuras tenían un
carácter protector. Aunque la hipótesis no ha sido demostrada, la obra es una
aproximación sensata al enigma de Nazca.
El primer estudio de campo
sistemático sobre estos dibujos se debe, tras cinco temporadas de trabajo de
campo, equipo arqueológico de la Fundación Suiza Liechtenstein para las
Investigaciones Arqueológicas en el Exterior, encabezado por los arqueólogos Markus Reindel y Johny Isla Cuadradodesde
1996. Han documentado y excavado más de 650 yacimientos y han conseguido trazar
la historia de la cultura que generó estos dibujos, además de darles un sentido
científico.
Vistas de cerca, estas líneas se
convierten en simples surcos en el suelo. Las características geológicas de la
pampa propician que no sea necesario mucho más para obtener un resultado
visible. La superficie está compuesta por una capa de guijarros de un color
rojizo oscuro causado por la oxidación, que cubre otra de un color amarillento
claro. La coincidencia de los motivos de la cerámica nazca con las figuras
dibujadas en la llanura ha llevado a lo arqueólogos a concluir que las líneas
fueron hechas entre 200 antes de Cristo (aC) y 600. Los nazcas se limitaron a
retirar las piedras superiores siguiendo un trazado que previamente habían
señalado con estacas, unidas por cordeles, a partir de un modelo a escala menor
y unas dosis de geometría. Las piedras eliminadas eran acumuladas en pequeños
túmulos que todavía se conservan. El método de trabajo ha sido completamente
reconstruido a partir de las pruebas recogidas por las expediciones
arqueológicas.
El aprovisionamiento de agua jugó
un importante papel en la región. Las excavaciones han sacado a la luz pequeñas
cavidades en los geoglifos en las que se han encontrado ofrendas religiosas de
productos agrícolas y animales, sobre todo marinos. Los dibujos formaban un
paisaje ritual cuyo fin debió ser propiciar la invocación del agua. Además se
han encontrado estacas, cordeles y ensayos de figuras. De estos elementos tan
simples se sirvieron los antiguos pobladores de Nazca para trazar los dibujos.
Asimismo, hay que recordar que es una de las zonas más secas del mundo lo que
favorece la conservación de los dibujos.
Figuras
Son numerosas las figuras que se
hallan en Nazca, particularmente en la Pampa de San José: figuras
geométricas, meandros, representaciones animales,
vegetales y humanas, laberintos, y otros dibujos geométricos.
Lo más representativo son los
dibujos de animales: aves de entre 259 y 275 metros de largo (colibríes gigantes, cóndores,
la garza,
la grulla,
el pelícano,
la gaviota,
el loro y
otras), un mono,
unaaraña,
un caracol, una lagartija, una ballena de
27 metros, un perro con patas y cola larga, una figura antropomorfa, dos
llamas, etc. En la categoría de reptiles, un lagarto, que fue cortado al
construirse la carretera Panamericana Sur, una iguana y una serpiente. Muchos
de los dibujos se encuentran mezclados con líneas y espirales.
Casi todos los dibujos fueron
hechos en la superficie llana; sólo hay unos pocos en las laderas de las
colinas. Casi todas las figuras que se sitúan en las laderas representan
hombres. Algunos están coronados por tres o cuatro líneas verticales que quizás
representen las plumas de un tocado ceremonial (algunas momias peruanas
llevaban tocados de oro y plumas).
Las figuras de las laderas
aparecen menos definidas que las del desierto quizás porque las piedras que han
rodado por la ladera han borrado los detalles.
Más de treinta son los geoglifos
hasta hoy encontrados en las Pampas de Nazca. Los dibujos son menores en
cantidad comparados con los diseños geométricos que consisten en cientos y
cientos de líneas, triángulos y cuadrángulos que ocupan grandes extensiones de
terreno. Su técnica de construcción fue cuidadosa mediante la que los
topógrafos del pasado llevaron las líneas a cerros y barrancos sin desviarse de
su dirección original.
La profundidad de las líneas
nunca excede 30 cm y algunas son simples rasguños en la superficie, pero
aun así pueden ser reconocidas cuando el sol está bajo y el relieve se acentúa.
Pseudoarqueología
El escritor suizo Erich von Däniken las dio a conocer en
1968 en Recuerdos del Futuro (¿Carrozas
de los Dioses? en ediciones subsecuentes), libro del cual vendió
millones de ejemplares. Las consideraba una de las pruebas de que el hombre
había recibido en la Antigüedad la visita de extraterrestres que habían
influido en la Historia. Según esta particular visión del pasado, Nazca era un
complejo para el aterrizaje de las naves de unos visitantes que el ser humano
había después convertido en dioses. La idea fue pronto refutada, ya que no
cuadraba que unos prodigiosos visitantes volasen en unas naves que necesitaran
de largas pistas, algo propio de los sencillos aviones terrestres. Además
parece bastante difícil presentar como una pista de aterrizaje la espiral de la
cola de un mono, por mucho que el simio mida 135 metros, o el zigzagueante
cuello de un gigantesco pájaro de 300 metros. Tras demostrarse lo descabellado
de su idea, pasó a defender que se trataba de una obra indígena concebida con
el objeto de propiciar la vuelta de los dioses extraterrestres. Curiosamente, a
pesar de lo que afirma Von Däniken, los arqueólogos descartaron desde el
principio que se tratara de carreteras y que fueran incas nunca lo han
contemplado, porque los incas todavía no existían cuando fueron hechas. Es
posible que los nazcas sólo quisieran que su obra se viera desde el cielo
porque consideraban las alturas el lugar donde está la morada de los dioses,
idea que han compartido muchas civilizaciones a lo largo de la historia.
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